Campus de Aprendizaje Profesionales de la Salud

Llevamos recorrido un largo camino desde el nacimiento de la especialidad allá por el año 1978, con la declaración de Alma Ata por la OMS.

Quiero mostrar mi reconocimiento y admiración a los médicos de familia que han trabajado en el modelo tradicional y que con un tiempo de atención muy limitado, ausencia de formación reglada (autoformación) y escasos medios a su alcance han desarrollado su labor de forma encomiable durante años.

Manejaban de manera eficiente los 3 pilares básicos: historia clínica, exploración y comunicación (relación médico-paciente).

Se diseñó la figura del Médico de Familia como el eje del sistema sanitario. Es la puerta de entrada al sistema, con la consiguiente redistribución de flujos. Sería el profesional que integrase la atención global al paciente tras su paso por el hospital u otras especialidades en muchos casos.

Se le dotó de herramientas para aumentar su capacidad de resolución de problemas: se abrió el acceso a pruebas diagnósticas, se redujeron los cupos para dotarle de más tiempo en la atención, programas de formación continuada…

Se pasó del trabajo individual al trabajo en equipo, con objetivos comunes. Fundamental los miniequipos medico-enfermera, potenciando el autocuidado del paciente y la educación sanitaria

En una medicina básicamente hospitalocentrista emergió la figura del médico de familia, enarbolando la bandera de la atención integral del paciente: abordaje biopsicosocial, integración de las actividades preventivas, manejo del paciente crónico en su medio…

En todo este tiempo ha habido un giro importante en la atención: de una consulta de tipo paternalista se ha pasado a una consulta centrada en el paciente, sistémica (teniendo en cuenta su entorno familiar, social y laboral).de un único motivo de consulta a la multiconsulta.

El ámbito de decisión se ha inclinado hacia el paciente. Se ha hecho fundamental la negociación (ahora lanzamos recomendaciones, no mandatos). La medicina de familia sigue en el centro.

El manejo de la incertidumbre es una pesada losa con la que convivimos a diario en nuestra especialidad, a veces no sencillo de manejar. Nuestras fortalezas son el conocimiento de nuestros pacientes a través de una atención continuada y permanente(a lo largo de su vida, en su ámbito familiar, atención en consulta, en domicilio, en urgencias…).

”Yo cuando entra el paciente por la puerta en muchas ocasiones ya se a lo que viene”. Esta frase que pronunciaban tus maestros cuando te estabas iniciando en la especialidad y te sonaba a prepotencia hoy la dices tú a tus residentes…El médico de familia es lícito que dude del diagnóstico de un paciente, pero no de lo que hay que hacer en el abordaje del problema.

La sombra del hospitalocentrismo se cierne sobre el médico de familia, la coordinación con el resto de especialidades a pesar del paso de los años no se ha certificado.

La tecnificación de la medicina ha relegado a un segundo plano la relación médico-paciente. No hay enfermedades, hay enfermos y diferentes maneras de enfermar (patrones personales, únicos, en muchas ocasiones irrepetibles).

El médico de familia se ha convertido en muchas ocasiones en el “apagafuegos” de las deficiencias del sistema sanitario. Cada vez más es el referente directo para los pacientes en su relación con el sistema sanitario. Ha tratado de responder a lo que piden los pacientes a su MÉDICO: accesibilidad, adaptabilidad, afabilidad (empatía) y habilidad (competencia)

La vocación en el eje de la atención. El médico de familia es el médico vocacional por excelencia (trato directo con los pacientes, papel de consultor, responsabilidad directa con sus pacientes, integrador…). Quizás en los últimos tiempos se esté debilitando la vocación, se esté deshumanizando la atención, y floreciendo el burnaut…

Sirva de despedida un epitafio como obsequio a un médico de familia por parte de un paciente: “En agradecimiento a mi Médico de FAMILIA por la calidez en la atención recibida, profesionalidad y el gran esfuerzo realizado para tratar a nuestro familiar…”.Y en ello estamos.

Y tú, profesional de la Medicina de Familia: ¿Cuáles son las luces y Sombras en tu quehacer diario? Deja tu comentario más abajo.

Federico Medel Rocandio