Según investigaciones un elevado por ciento de médicos de Atención Primaria vive una alta presión y baja motivación en el día a día. Si puntual o reiteradamente estas ahí, estas líneas son para ti.
Vayamos a tres focos importantes directamente: La presión, la motivación y Tu Consulta.
Cuando hablamos de alta presión, de qué estamos hablando, y con qué tiene que ver. Cada uno podrá identificar el tipo de presión del que se siente presa. Y tal vez haya tendencias generales, solo quiero llevarte en este punto a dos cuestiones básicas en relación con esa “presión“: ¿ De dónde viene? y ¿Cómo se genera?
Tomando consciencia del Proceso, evitarás el paradigma de querer quitar el síntoma (la presión, en este caso), puntualmente, sin un trabajo más de fondo. Tan sencillo a veces como cuando tú logras ahilar en tu paciente la verdadera causa de algo y la trabajas directamente.
Enfoquemos desde lo más evidente ahora (el tema es multiaspectual y exigiría detalle, mas allá de estas líneas ). Cuando te sientes o estás siendo presa de una alta presión, esto exige de ti energía, recursos, para salir de ahí , y qué pasa entonces . Tu cuerpo busca y toma de donde haya esa reserva de energía. Si esto es puntual y logras recuperarte rápidamente, pues ya está: ¡Solucionado, ej,eje!
Pero si esto se repite en una misma jornada o en días y hasta se vuelve tu rutina, y sin una sana recuperación, no es de extrañar que tu motivación baje y caiga. Esto lo explico muy bien en los entornos sanitarios, porque no es tu culpa, ni eres mala persona …, por eso, por tener poca motivación, sino que aún no has aprendido a llevar un proceso, o esa parte, de otra manera .
Y esto lo dejo bien claro, con frecuencia se confunden los conceptos. Que una persona no haya aprendido algo, no hay que identificarlo con la persona sino con la parte del proceso en sí que necesita ser modificado, para hacerlo más eficaz.
Es un punto que es sencillo de cambiar cuando se identifica y acepta, y a la vez de enormes consecuencias personales y profesionales cuando se desconoce y no se trabaja.
Cuando alta presión y baja motivación se unen es caldo de cultivo para que tu Consulta se convierta cada vez más en caos. Y se retroalimentan entre sí, hasta el infinito, o como escuché de niña.“No hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista“. Efectivamente si no se va el mal se va el cuerpo, eje,ejee.
Llegado hasta aquí , te estarás preguntando, y qué puedo hacer entonces. Lo primero es un darse cuenta, lo segundo es ponerlo en prioridad, y lo tercero enfocarlo directamente hasta transformarlo.
Y si me pides que te comparta ahora un mensaje poderoso es: invierte en ti. Algo que he aprendido y me sigue ayudando en el trabajo de acompañamiento a profesionales es mi propio trabajo personal.
Una de las características de las personas que ayudamos a otros es precisamente, estar volcado hacia fuera, hacia los demás, y menos en nosotros mismos, sin saber que una parte importante y base del éxito de nuestro trabajo depende de cómo estamos nosotros mismos.
La consulta es mucho más que el espacio donde ejerces. Las personas que vienen a ti esperan tu Consejo, tu Orientación, tu Sostén, tus Enseñanzas, … para recuperar su estado de salud, paliar, afrontar sus propios retos que inciden en su estado en ese momento. Y qué bien si tú organizas el proceso de Tu Consulta para facilitar esas demandas, tanto más si estás sosegado y motivado.
Una pregunta de reflexión: ¿ Qué pasaría si lo que estás dando Ahora a los demás te lo darías a ti mismo7 a también?
Recibe en tu correo 4 Claves para el avance y Transformación de Tu consulta
Un cordial saludo,